lunes, 6 de octubre de 2014

Arcadas

Estoy harta. Harta de que la gente que hay a mi alrededor se comporte de una forma tan ilógica, inmadura, estúpida y cerrada. 
Bromitas con el ébola, con las esvásticas, con el comunismo, con las prostitutas, con la violación.
Y yo me tengo que morder la lengua y callarme, porque soy el bicho raro. Soy la "lesbiana", la "feminazi", la "estrecha". Todo lo que yo digo es mierda, todo lo que yo digo se utiliza en mi contra en vez de a mi favor.
Seguimos con la guerra de sexos, con la discriminación étnica, con la LGTBIfobia. Da igual todo lo que me esfuerce, todo el mundo se lo toma a broma.
¿Sabéis que la pederastia es súper divertida? Es decir esa palabra y no hay nadie que no estalle en carcajadas. Y yo tengo que mantener la boca cerrada, porque el abuso sexual es desternillante, pero que una mujer piense en algo que no sea cocinar, cuidar niños y limpiar a todas horas es lo más ofensivo e indecoroso que puede haber. Es vomitivo.
Algún día estallaré y me ganaré una cadena perpetua, ya lo veréis.

El arte de @ismaelalvarez

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