martes, 13 de mayo de 2014

Mocos

Sé que el título de la entrada no es una gran cosa, pero es increíble la cantidad de gente que va a leer esto sólo por él.
Últimamente no me encuentro muy bien. No es nada grave, tan sólo un resfriado común y corriente, acompañado de mareos demasiado frecuentes. Aun así, esto es un asco. Apenas puedo respirar y me escuece la nariz de tanto sonarme.
Por lo demás, nada nuevo. Me perdí Eurovisión; sólo vi a partir de Francia. La mayor parte de la gente que conozco sigue cayéndome mal, algunos de forma permanente y otros a ratos.
Sigo oyendo tonterías del tipo "si son feministas serán todas lesbianas" o "¿es prostituta? Porque tiene las tetas muy grandes". A veces me dan ganas de, utilizando fragmentos de Halt (Rammstein), coger un rifle y desahogarme acabando con la desgraciada vida de ciertos especímenes que ya me tienen más que harta.
Todavía oigo utilizar la palabra gay como insulto, cosa que me saca de quicio. 
Mis compañeros, aunque ya son mayorcitos, aún no saben colocarse la capucha y el cuello de la camisa, y de un momento a otro tendré que limpiarles también las manchas de Cola Cao de la cara.
Mi faceta de niña buena y callada está desapareciendo, haciéndome mostrar un carácter demasiado agresivo, bipolar y puede que hasta un poquito psicópata.
Vuelvo a repetir que no me encuentro bien, y cuando no me encuentro bien no me gusta que me molesten, que me vacilen o que me contradigan. No me gusta que me contrarien de ninguna forma, porque salto a la primera de cambio.
Acabo de leer Messer de Till Lindemann y he comprendido varios de sus poemas, especialmente "¿Motivo?". Lo leí en castellano, naturalmente, porque sé algo de alemán pero no lo suficiente como para entender frases complejas enteras, y mucho menos poesía. Ay, quien tuviera munición... 
Por cierto, seguidme en Twitter: The Truck Driver


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